Alegatos de clausura en juicio oral y público en la causa por el homicidio de Jonatan Herrera

Defensores Públicos 04/04/2017 · 18:58

En el día de ayer, lunes 3 de abril, el Defensor Público de la Defensoría Regional de la 2da. Circunscripción Judicial (Rosario), Dr. Mariano Bufarini, presentó el alegato de clausura en el juicio oral y público por el que su asistido, R.R., está siendo juzgado por el homicidio de Jonatan Herrera ocurrido el día 4 de enero de 2015 en el barrio Tablada de la ciudad de Rosario. El defensor estuvo acompañado por la Asistente Apoyo en Juicios Orales, Dra. Flavia Renzi, también perteneciente al Ministerio Público de la Defensa de la Provincia de Santa Fe.

Al iniciar su exposición, Bufarini recordó las "tres premisas" sustentadas durante los alegatos de apertura de juicio. En aquella ocasión, realizó un análisis del caso en base a la inexistencia de relación de causalidad entre lo realizado por R.R. con el resultado final; la falta de motivación y de intención de su asistido en el tiroteo contra Jonatan Herrara; y por último la imposibilidad de aplicar el agravante de abuso de su función de policía dado que el acusado estaba cumpliendo con expresos deberes funcionales y porque además R.R. no revestía las características legales para ser policía.


Primer premisa: relación de causalidad

Sobre el primer punto, el Defensor Público expresó haber demostrado que no existió relación de causalidad entre la acción de R.R. y la muerte de la víctima. Vale recordar que Jonatan Herrera recibió tres disparos provenientes de las armas de tres oficiales distintos. Uno de ellos le atravesó el pie, otro le afectó el muslo derecho -que le afectó la arteria hipogástrica- y el último impactó en su cabeza -generándole un daño encéfalo craneal-.

Sobre este punto la Fiscalía sostuvo durante todo el proceso que la persona asistida por Bufarini fue la causante del disparo que ingresó por el muslo de la víctima. En este sentido, la Defensa Pública indicó que dicha herida de arma de fuego "no tuvo ni la eficacia ni la entidad necesaria para ser causal de muerte".

En este sentido, el Defensor se apoyó sobre los dichos del médico forense, Dr. Raúl Rodríguez, quien realizó la autopsia sobre el cuerpo de Jonatan Herrera. Bufarini manifestó que el forense había ratificado la gravedad de la herida en la cabeza de la víctima. Además, en su informe final había afirmado que la causa de muerte de Jonatan Herrera fue "daño encéfalo craneal grave por proyectil de arma de fuego".

Sin embargo, durante la audiencia de debate en juicio el médico habló sobre "dos heridas mortales" contabilizando como tal la producida en el muslo que afectó la arteria hipogástrica. De todos modos, vale aclarar que el informe de Rodríguez también sostuvo que esa supuesta herida mortal, "está sujeta a una condición hipotética". En su exposición ante las partes, el forense expresó que esa herida "debe ser dejada a su libre evolución" para que sea mortal.  

Allí, Bufarini hizo hincapié en que Herrera "no fue dejado a su libre evolución" sino que fue atendido "casi inmediatamente" por un operador sanitario del Ejército y luego fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez.

Al mismo tiempo señaló otro de los testimonios de Rodríguez que resultaron objeto de reproche por parte del Defensor Público. Así, recordó que el médico dijo durante su testimonio que a Herrera "no le dieron el tratamiento que hubiese resultado necesario para tratar de cohibir la hemorragia generada por la ruptura de la arteria hipogástrica". Dicho esto, Bufarini indicó que el forense había soslayado estudiar la historia clínica y hablar con los médicos que habían atendido a la víctima en el HECA. De este modo, dijo que "increíblemente" el médico forense "no consultó la historia clínica porque no le pareció relevante, sin embargo en otras cientos de autopsias si recurrió a esa documental".

Por último, la Defensa Pública también recordó que Rodríguez había manifestado que la perforación de la arteria produjo una pérdida de 600cm3 del cuerpo de Jonatan Herrera. De este modo, el defensor dijo que esta cuantificación "es un poco más de lo que uno entrega cuando dona sangre y médicamente  está colocado en shock de grado I" agregando que "nadie fallece producto de estas consecuencias".


Segunda premisa: falta de motivación y de intención de R.R.

La segunda cuestión introducida por el representante del Ministerio Público de la Defensa tiene como objeto analizar la voluntad de R.R. en los disparos que estuvieron dirigidos pura y exclusivamente hacia B.V. que venía escapando de manera irracional de la policía. Por ello, indicó que la intención de su asistido fue la de "colaborar y participar en esa persecución policial sin incorporar en ningún momento un plan de acción contra Jonatan Herrera quien posiblemente termina quedando en la línea de fuego, produciendo el desenlace lamentable".

De esta forma, refutó la teoría del caso traída a colación por la Fiscalía y las querellas, quienes habían manifestado que el hecho se produjo en dos secuencias. La primera, la persecución contra el sujeto y su posterior arresto. Mientras que el restante fue un supuesto ataque puro y exclusivo contra Jonatan Herrera.

Bufarini se encargó de desechar esta teoría manifestando que todo ocurrió en una misma secuencia. Por ello recurrió a los testimonios de las personas que participaron en el hecho. Uno de ellos, el oficial J. de la Policía de Acción Táctica (PAT) quien descendió junto a R.R. -el primero por detrás, el otro por adelante- del colectivo de la línea 133, relató que "bajó a prestar colaboración" agregando que vio pasar corriendo al sujeto que era perseguido por el personal del Comando Radioeléctrico (CRE).

Así, la Defensa Pública sostuvo que "las notas de tiempo que arroja el relato de J. son coherentes con la postura de esta defensa, desciende J. por detrás y R.R. por adelante quienes enfrentan a B.V. que lejos estaba de ser reducido por los oficiales del CRE". Este testigo además señaló que Jonatan cayó herido primero antes que B.V.

Sin embargo, Bufarini además trajo a colación el testimonio de B.V. quien dijo observar a R.R. cuando aún estaba corriendo. Esta declaración condice con los dichos del acusado, quien al inicio del juicio había manifestado observar al presunto delincuente disparándole y el mismo repeliendo dicho ataque. Sobre este punto, el Defensor Público mencionó que este abordaje "comienza a fortalecer la hipótesis sustentada sobre la inexistencia de dolo y motivación para dispararle a Jonatan Herrera porque era a B.V. contra quién dirigía su voluntad".

Para sostener su postura, la Defensa Pública recurrió a los criterios efectuados en la pericia elaborada por su testigo experto, Ing. Ricardo Brachetta comparándolo con el trabajo efectuado por el Dr. Ricardo Esperanza, también testigo experto pero por parte del Ministerio Público de la Acusación.

En un primer momento, Bufarini destacó que una de las diferencias principales entre uno y otro trabajo fue la presencia de los peritos en el lugar del hecho para tomar medidas y observar de qué modo estaban ubicadas las personas que participaron en el hecho y los objetos más destacables. Así, remarcó que Brachetta realizó esta tarea, mientras que Esperanza no lo hizo.

A partir de la utilización de diversos recursos el perito pudo reconstruir, de forma hipotéticamente clara, segundo a segundo en nueve escenas distintas la manera en que ocurrieron los hechos. Dicha pericia indica que R.R. vio pasar a B.V. Allí se inicia un intercambio de disparos desde mitad de calle Ayacucho con dirección al Pasaje Villar. Bufarini manifestó que "en esa situación R.R. sigue disparando cambiando el ángulo de esos disparos mientras B.V. se iba moviendo". Este último sujeto fue el verdadero "objetivo" de su asistido no pudiendo observar a Jonatan Herrera quien estaba escondido debajo de un árbol.

Bufarini indicó que esto se produjo "por dos razones". La primera está vinculada con que R.R. estaba enfocado sobre B.V. Brachetta, también Instructor de Tiro, relacionó esta conducta del acusado con una percepción llamada "visión túnel". El Defensor señaló que "ante una amenaza concreta o una situación de tensión, se ajusta el foco visual de los ojos exclusivamente hacia el objetivo o la amenaza sin poder advertir lo que sucede en el panorama de alrededor". La otra razón que impidió a R.R. observar a Jonatan Herrera se trata de un "cono de sombra" debajo de un árbol "bajo y frondoso" donde esta resguarda la víctima del hecho.


Tercera premisa: imposibilidad de aplicar el agravante por abuso policial

Por último, Bufarini señaló que "no puede aplicarse el agravante imputado de abuso en la función, ya que no se han acreditado los requisitos típicos de ese agravante sumado que R.R. participó de este suceso cumpliendo expresos deberes jurídicos". Por ello, manifestó que "no existió ningún aprovechamiento de su condición de policía ya que aquí existió una persecución y un enfrentamiento y R.R. participó del mismo por lo que existieron motivos válidos para actuar", refiriéndose al accionar contra B.V.


Absolución

Por todo ello, la Defensa Pública pidió la absolución de R.R. por el delito de homicidio agravado en razón del abuso de su condición como policía contra Jonatan Herrera ya que no se ha podido acreditar durante todo el juicio el dolo y la voluntad de su asistido en asesinar a la víctima.


Réplicas

Durante la mañana del día de hoy, martes 4 de abril, se produjeron las réplicas de los alegatos de clausura entre las partes -Defensas, Fiscalía y querellas-. Bufarini contestó  las réplicas por parte del Ministerio Público de la Acusación y las querellas. En un primer momento, respondió a un pedido realizado por el Fiscal Adrián Spelta, en relación a una manifestación efectuada por el Defensor Público durante los alegatos de clausura sobre la incorporación de prueba de la historia clínica de Jonatan Herrera.

La Defensa Pública se encargó de responderle dicendo que "en nuestra función de defensores ejercemos la tarea de litigar contra causas e investigaciones" agregando que "creemos que fue un gran error y una omisión muy grande no incorporar la historia clínica por parte de la fiscalía y las querellas".

Del mismo modo, mencionó que en ocasiones la Fiscalía relató que a Herrera no se le pudo "compensar la hemorragia" haciendo clara referencia a la historia clínica. Por ello, Bufarini señaló que aquella aseveración por parte de Spelta no pudo conocerse ya que "no pudieron ser escuchados los médicos del HECA durante el juicio  ya que tal prueba no fue admitida por el Tribunal".

En cuanto a la "causalidad alternativa", brindada por el Fiscal Miguel Moreno, la Defensa Pública indicó que la misma no existió porque el médico forense mencionó en su informe como causal de muerte el daño encéfalo craneal.

Sobre los testimonios brindados por los acusados y testigos del hecho Bufarini hizo hincapié en tres de ellos en particular. Sobre el oficial J., expresó que la Fiscalía utilizó las contradicciones volcadas por este durante el juicio. De todos modos, cerca de nueve testigos lo ubicaron en la escena y señalaron de qué modo actuó en el hecho.

En relación a R.R., Spelta manifestó que en dos años de juicio el acusado jamás había manifestado observar a B.V. apuntándole y disparándole. En cambio, su defensor señaló que en la declaración como testigo de R.R., producida luego del suceso, el mismo mencionó que B.V. lo había apuntado con un arma, acción que el repelió también mediante ataque con arma de fuego. Esta declaración fue vertida también durante la investigación penal preparatoria.

Por último, otro de los acusados, J.G., habría declarado haber visto a R.R. disparando por delante suyo. Bufarini manifestó que dicho testimonio "no fue ofrecido" , por lo tanto los magistrados no deberían "acreditarlo o valorarlo" como prueba.

Por todo ello, el Defensor Público de Rosario volvió a solicitar la absolución "por falta de tipicidad, ya que no existen los extremo objetivo y subjetivos, ya que no hay dolo para arribar a una condena contra R.R.".